miércoles, 13 de abril de 2011



Sabías que todo el tiempo nuestro cuerpo está emitiendo mensajes?
Desde lo dicho o no dicho. Desde nuestra postura física, nuestra mirada, nuestra respiración, nuestras pulsaciones. TODO, absolutamente todo habla de nosotros aunque no haya palabras que lo expresen.

Nuestro cuerpo físico es un mapa. Maravilloso mapa que invita a descifrarlo, a escucharlo y atenderlo. Es tan noble! Antes de que algo nos duela él ya hizo malabares para adaptarse a nuestras exigencias y nosotros ni nos damos cuenta.

Dicen que el equilibrio físico-mental-emocional es aquello que llamamos SALUD.
La desarmonía se puede expresar a través de contracturas, dolores, dificultades en la movilidad, etc.
Las articulaciones son encrucijadas emocionales. Lamentablemente y en general sólo las reconocemos cuando nos “molestan”. En realidad nos están hablando.

Al momento de entrar en contacto con un cuerpo con el cual voy a trabajar, lo observo para intentar entender qué está pidiendo.
Hago contacto con él, le pido permiso para comenzar la práctica y sobre todo intenciono vaciarme y ser vehículo de aquello que pueda estar necesitando en ese momento.
Así me entrego a su sabiduría que me dice Qué, Cómo y por Dónde.

Más allá de que el primer objetivo de la consulta sea tomar un masaje relajante, descontracturante, mi intención es armonizar ese sistema energético-físico y emocional que es en sí misma esa persona.
Trabajo también con reflexología en manos y pies relacionando las áreas de correspondencia que contienen.
El cierre de la sesión es siempre mediante la imposición de manos para armonizar la energía que se movilizó durante la práctica.

La interacción con TODO ESE MUNDO que es ese SER que está “aparentemente inactivo” recostado en la camilla es la puerta que abre el camino donde juntos encontramos su BIEN-ESTAR.
 
Beneficios y contraindicaciones


La piel y los músculos tienen terminaciones nerviosas las cuales permiten que el masaje 
lo reciba literalmente
 EL CEREBRO.
A través de una buena técnica podemos relajar la mente y el cuerpo o vigorizarlos y estimularlos. 
                                                           
Las personas que reciben masajes de forma regular  mejoran su rendimiento, están  más alerta, más motivados y menos estresados. Es parte de la higiene emocional tan necesaria hoy en día para compensar nuestro ritmo de vida.

Recibir un buen masaje nos llena de una sensación de paz interior similar al estado que podemos alcanzar al practicar meditación mejorando así la tensión física y psíquica.

BENEFICIOS:

-Fortalece el sistema inmunológico.
-Mejora el riego sanguíneo aumentando el envío de oxígeno a los tejidos y nutriendo al organismo.
-Alivia la tensión reduciendo la excitabilidad de las terminaciones nerviosas.
-Elimina puntadas y espasmos musculares.
-Relaja dolores en el pecho relacionados con los músculos pectorales tensos reduciendo la tensión y temor provocados por la asociación de esta manifestación con problemas cardíacos.
-Ayuda a equilibrar el sistema  hormonal.
-Colabora en la mejoría de patologías cervicales, dorsales y lumbares.
-Alivia y puede eliminar desórdenes neurálgicos, artríticos y reumáticos.
-Beneficia la recuperación de parálisis parciales o totales.
-Aporta tonicidad y elasticidad a los músculos.
-Moviliza y colabora en la reducción de adiposidades localizadas.
-Reduce el edema y la tumefacción.
-Aumenta el drenaje reduciendo el éxtasis vascular.
-Alivia problemas respiratorios, articulares y dolores de cabeza.
-Mejora la digestión, la asimilación y la eliminación.
-Aumenta la función de desintoxicación de los riñones y el metabolismo de los tejidos a través de la eliminación de toxinas y deshechos.
-Despierta la sensibilidad.
-Promueve la auto-confianza y la expansión afectiva.
-Reduce la ansiedad, la depresión, el cansancio y la melancolía.
-Combate el insomnio.
-Tiene efecto exfoliante ya que ayuda a liberar los desechos de la piel y a eliminar células muertas.

CONTRAINDICACIONES:

A veces algo tan beneficioso como un masaje  puede tener contraindicaciones.
Estas son algunas de las restricciones más importantes:

Enfermedades de la piel, infecciones, inflamaciones.
Patologías contagiosas.
Trombosis, venas varicosas avanzadas, hemorragias internas, hematomas importantes, flebitis no tratadas.
Enfermedades oncológicas, tumorales y cardiovasculares severas.
Úlcera gástrica muy avanzada.
Fiebre. Fracturas. Osteoporosis grave. Parkinson.

Dentro de las restricciones relativas encontramos:

-Embarazo durante los tres primeros meses de gestación.
-Litiasis (evitar el contacto con la zona abdominal).
-Hipotensión no tratada (se recomienda no recibir masajes relajantes, si descontracturantes.
-Hipertensión no tratada (se aconsejan técnicas relajantes con maniobras descendentes)
  
Como siempre lo más acertado es erradicar las dudas al respecto con un profesional médico antes de recibir un masaje.

Incluso existen situaciones donde más allá de que la patología figure entre las contraindicaciones es el mismo médico quien aconseja al paciente tomar sesiones de masajes ya que la sensación posterior es sumamente reconfortante y terapéutica acompañando el proceso de sanación e incluso acelerándolo.